¿Has sentido alguna vez el deseo de parar el tiempo en un sólo instante?

Yo muchas veces, pero hubo una vez que lo conseguí, no por mucho tiempo, pero se paró, al menos yo lo sentí.
Era el instante perfecto, por lo improvisado que surgió y, sobre todo, por con quien lo compartía.
Lo bonito de un instante quizá sea que fluya, te cansarías de vivir siempre en él, pero éste se paró unos segundos, o unos minutos, ya no lo recuerdo, pero fue tan increíble que aunque no lo vuelva a repetir, lo recordaré por siempre. A veces hay sentimientos que, aunque son unilaterales, te hacen sentir tan bien que no importa el mañana, sólo deseas vivir en el "hoy".
Quiero vivir, quiero sentir, quiero disfrutar de estos momentos, en definitiva, quiero volver a tener el poder de parar el tiempo.