¿Te has sentido alguna vez así?

Deja de pensar, no vas a arreglar nada, hagas lo que hagas siempre acaba ocurriendo lo mismo. Y fracasas, y no te rindes; vuelves a intentarlo, te das otra oportunidad. Pero derrota tras derrota te das cuenta y asimilas que siempre terminarás igual, te resignas.
No te muevas, no actúes, ya nada tiene solución; tu camino es oscuro y caótico, y tú tan torpe...
Los problemas te ahogan, piden a gritos una salida, q se resiste y se esconde, q t hace existir, olvidándote del mundo y sin recursos te hundes. Hasta q un día t levantas, caminas por tu vida sin tener nada, consciente de que todo será en balde y se echará a perder, arruinándote. Pero tienes claro que no hay remedio porque nada de lo que hagas cambiará nada...

Pero tienes que recordar que siempre hay un lado positivo, todo lo tiene, y en este caso no es otro que pensar que ya sólo queda subir hacia arriba. Como decía un texto filosófico que hace años leí, "Bienaventurados los que están en el fondo del pozo, pues ya no pueden caer más bajo".